Minería: Un desafío para la vestimenta

La modernidad trae consigo una serie de constantes desafíos, donde la ropa de trabajo ha debido adaptarse a las diferentes necesidades de los profesionales, dado que cada vez los campos a desarrollar dentro de una empresa son más complejos y una prueba de ello es la minería.

El sector minero está fuertemente conectado con la industria textil y de la moda, dado que una de las partes fundamentales del cuidado de los trabajadores siempre ha sido la ropa y que obligó a tomar nuevos desafíos en la forma que los obreros vestían para lograr un avance en la industria.

Antiguamente, y en pleno apogeo de la “Fiebre del Oro”, fue que el jeans apareció para ofrecer una garantía de seguridad y comodidad a los trabajadores. Usando una tela más rígida y que podía resistir de mejor manera el duro entorno, la humedad y ser más duradera frente al tiempo.

El sector minero fue uno de los primeros en innovar con esta prenda, también lo hizo la agricultura y la ganadería, pero fue acá donde se potenció la aparición y evolución de este pantalón, donde incluso llegó a tener una primera versión del overol (que posteriormente se produjo en masa).

La minería no es solo el trabajo en terreno, sino que hoy involucra labores administrativas y de logística, por lo que el minero moderno debe prepararse para todo terreno.

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Obviamente, y frente a la industrialización y crecimiento del sector metalúrgico, la moda también se adaptó y la oferta de ropa para el trabajo busca ser lo más multifuncional posible. Entonces, no es sólo el jeans que pasó de ser una prenda resistente para entornos hostiles a uno de los infaltables del closet vanguardista, sino que también son camisas y chaquetas que deben adaptarse a la versatilidad del entorno y a la apretada agenda de este sector.

Es así, como en un solo día un trabajador o trabajadora de este mundo puede pasar de estar en un entorno soleado o en terreno, para a la hora siguiente estar en una reunión de carácter corporativo. Así de variado puede ser un día a día en la minería.

Junto con ello hay que sumar la inclusión de prendas de carácter técnico o específico, usando vestuario ignífugo como medida preventiva, chaquetas de alta visibilidad y ropa de seguridad como zapatos, cascos, etc.

La minería y el mundo textil (incluso el de la moda) tienen una historia bastante cercana, donde las mejoras y avances de una pueden beneficiar a la otra, lo que ha mantenido una relación de larga data y haciendo que prendas pensadas para este trabajo sigan vigentes hasta el día de hoy.

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